Vela tradicional en Lanzarote
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Vela latina
La navegación tradicional de Canarias, la vela latina, se mantiene hasta nuestros dÃas, sobre todo, en Lanzarote, donde más bien está experimentando un renacimiento.
Arrecife y Playa Blanca, al igual que Corralejo y Puerto Rosario en Fuerteventura, son los emplazamientos principales de estas embarcaciones, originarias del mediterráneo.
Adaptados a las condiciones más adversas, como los vientos alisios y el oleaje oceánico, en lugar de medir entre 5,00-5,5 m, miden 6,5 y hasta 8 m, con una vela de ~13m2. La vela latina va sobre una especia de verga, sin vela anterior, y con mástil muy corto.
La tripulación de tales embarcaciones consta de entre ocho y diez navegantes. Éstos tienen que emplearse todos a fondo en cada viraje, para trasladar toda la vela asimétrica al otro lado. Pero también es importante tener algún que otro tripulante adicional sentado en el borde, con el fin de alcanzar más estabilidad.
En las islas, se empleaban originalmente como embarcaciones pesqueras, pero a lo largo del S. XX fueron reemplazadas poco a poco por botes motorizados. En los años 80, se comenzó a fomentar este deporte con medios estatales y del Club Náutico de Arrecife.
Hoy en dÃa, ante las costas de Lanzarote, se pueden observar competiciones de regatas, con vela latina de "alta tecnologÃa", a las que no les importa llevar publicidad en la vela, como es común en el deporte de regata.
Vela latina
La navegación tradicional de Canarias, la vela latina, se mantiene hasta nuestros dÃas, sobre todo, en Lanzarote, donde más bien está experimentando un renacimiento.
Arrecife y Playa Blanca, al igual que Corralejo y Puerto Rosario en Fuerteventura, son los emplazamientos principales de estas embarcaciones, originarias del mediterráneo.
Adaptados a las condiciones más adversas, como los vientos alisios y el oleaje oceánico, en lugar de medir entre 5,00-5,5 m, miden 6,5 y hasta 8 m, con una vela de ~13m2. La vela latina va sobre una especia de verga, sin vela anterior, y con mástil muy corto.
La tripulación de tales embarcaciones consta de entre ocho y diez navegantes. Éstos tienen que emplearse todos a fondo en cada viraje, para trasladar toda la vela asimétrica al otro lado. Pero también es importante tener algún que otro tripulante adicional sentado en el borde, con el fin de alcanzar más estabilidad.
En las islas, se empleaban originalmente como embarcaciones pesqueras, pero a lo largo del S. XX fueron reemplazadas poco a poco por botes motorizados. En los años 80, se comenzó a fomentar este deporte con medios estatales y del Club Náutico de Arrecife.
Hoy en dÃa, ante las costas de Lanzarote, se pueden observar competiciones de regatas, con vela latina de "alta tecnologÃa", a las que no les importa llevar publicidad en la vela, como es común en el deporte de regata.